Tratamiento revolucionario para la pérdida de peso

Sufrir lesiones durante un ejercicio puede ser una pesadilla para los atletas profesionales o aquellos que desean obtener una mejor forma corporal a través del entrenamiento.

Pero, acompáñame en esto: no habrá más días en los que tengas que vivir con el dolor.

El BPC-157 es un nuevo método de curación que ha sorprendido a la comunidad científica. Veamos por qué es tan revolucionario y cómo puedes utilizar una dosis diaria de BPC-157 para curar tu cuerpo más rápido.

 BPC-157, que significa compuesto protector del cuerpo, es un péptido totalmente natural que promueve la curación y que ofrece efectos milagrosos. Cuando se administra al cuerpo, BPC-157 promueve los procesos de curación que ayudan a la recuperación del cuerpo, especialmente de los tejidos conectivos, como los tendones y los ligamentos.

El BPC-157 está compuesto por 15 aminoácidos aislados del jugo gástrico humano. Así que sí, ¡este fármaco proviene de nuestro estómago! Por eso, el BPC-157 es 100 % natural y proporciona diversos beneficios consistentes y bien tolerados al cuerpo humano.

El BPC-157 surgió como un nuevo fármaco hace apenas unos años, pero ya ha captado mucha atención de la comunidad científica y de la industria del fitness. ¿Por qué es tan popular? ¿Y cómo se ha convertido en el centro de atención de la popularidad en tan poco tiempo?

Las lesiones de tendones y ligamentos son unas de las lesiones más comunes en el deporte. En los deportistas profesionales, la actividad física constante y de alta intensidad provoca desgarros en estos tejidos conectivos a nivel microscópico. Las personas mayores cuyo cuerpo se ha debilitado con el paso del tiempo también pueden sufrir desgaste. Estas lesiones, a su vez, obligan a las personas a vivir en la miseria.

Lamentablemente, los tejidos conectivos del cuerpo suelen ser hipovasculares, lo que significa que no están conectados con una cantidad adecuada de vasos sanguíneos. Esta falta de suministro de sangre da como resultado una deficiencia de sangre, nutrientes y oxígeno cuando se produce una lesión. Como resultado, cualquier daño en estas partes del cuerpo requiere mucho tiempo para recuperarse por completo.

Por este motivo, existe una necesidad urgente de un péptido que acelere el proceso de curación y aquí entra en juego el BPC-157.

Según un estudio del Journal of Applied Physiology , se ha demostrado que el BPC-157 promueve la curación de los tendones. Sin embargo, dado que el cuerpo contiene más tipos de tejido que solo los tendones, se cree ampliamente que este péptido emergente puede beneficiar a una gama más amplia de órganos, incluidos:

• Ligamento
• Músculo 
• Tejidos gastrointestinales (estómago e intestinos)
• Piel
• Córnea
• Páncreas
• Hígado
• Corazón
• Hueso

El proceso de curación de cualquier tejido conectivo consta de tres etapas consecutivas: inflamación, regeneración y remodelación.

1. La inflamación se produce cuando el cuerpo detecta el daño y envía células inflamatorias al sitio lesionado, preparándose para el proceso de regeneración.
2. En la etapa de regeneración, los fibroblastos (las células que construyen las fibras de los tejidos conectivos) proliferan y producen colágenos y glicoproteínas para formar los nuevos tejidos.
3. La última etapa de la curación, la remodelación, comienza semanas después de la aparición del daño. El objetivo de esta etapa es recuperar la máxima resistencia del tejido lesionado.

Se cree que la regeneración es la etapa más crítica del proceso de curación, ya que es cuando el cuerpo reúne todos los materiales, como los fibroblastos y los colágenos, para el proceso de curación.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la naturaleza hipovascular de los tejidos conectivos dificulta la utilización de los “bloques constructores” fundamentales del torrente sanguíneo.

Debido a su efecto angiogénico (angiogénesis), BPC-157 puede promover la formación de nuevos vasos sanguíneos.

La angiogénesis es la formación de nuevos vasos sanguíneos. Las células endoteliales, que forman el revestimiento interno de los vasos sanguíneos y actúan como barrera entre la pared vascular y la sangre, se mueven, proliferan y se diferencian durante este proceso.

Entonces, cuantos más vasos sanguíneos se formen gracias al BPC-157, más eficientemente se transportarán la sangre, los nutrientes y el oxígeno a las zonas lesionadas, lo que conduce a una recuperación más rápida.

El estudio del Journal of Applied Physiology también menciona que BPC-157 también puede controlar la función de los fragmentos de colágeno.

En caso de que no esté familiarizado con este término, la fragmentación del colágeno es la descomposición del colágeno en fragmentos más pequeños. Por lo tanto, no queremos que nuestros colágenos se fragmenten, sino que permanezcan intactos para mantener la integridad estructural de los tejidos conectivos.

Aunque el papel del BPC-157 en el control del colágeno aún debe demostrarse experimentalmente, se cree que este péptido está involucrado en la formación de colágeno, o la desfragmentación del colágeno, lo cual es vital para la recuperación ya que los tejidos conectivos contienen principalmente colágeno.

 No. El BPC-157 no desarrolla directamente los músculos . Sin embargo, puede ayudar a la recuperación muscular, lo que ayuda a acortar el intervalo entre la rehabilitación y el siguiente entrenamiento.

Dos factores cruciales que conducen al crecimiento muscular son la tensión muscular y el daño muscular.

Durante una sesión de entrenamiento, todos queremos desafiarnos a nosotros mismos y levantar un peso mayor que el del día anterior. Afrontar un peso desafiante pero alcanzable y adaptarse a la nueva intensidad más alta es tensión muscular.

Todos sentimos dolor después de hacer ejercicio. Eso se llama daño muscular. Esforzar los músculos para levantar pesos pesados ​​repetidamente desgarra los músculos a un nivel microscópico. El cuerpo envía entonces todos los materiales necesarios a los músculos dañados, que luego los repara y los reemplaza, lo que conduce al crecimiento muscular.